TXT DE SALA. MUSEO DA2, SALAMANCA. ESPAÑA

Mona Hatoum (1952). Nació en Beirut (Líbano), vive y trabaja en Londres (Reino Unido).
Grater divide. 2002. Biombo de acero extensible. 204x3,5 cm. Colección DA2

Las instalaciones de Mona Hatoum hacen uso de objetos de uso cotidiano y carácter doméstico, asociados por nuestra memoria a las cocinas de la infancia para construir una metáfora de orden post-feminista sobre el hogar como potencial prisión y espacio de violencia. Como señala Tamar Garb, lejos de ofrecer un refugio respecto al mundo de la presión política y social, el hogar es el lugar de la inquietud, un espacio de reclusión síquica y terror del que no es posible escapar. Lo doméstico es en muchas ocasiones para Hatoum "el lugar de la violencia y la violación". Los utensilios pueden convertirse en armas y el mobiliario en un instrumento de tortura.

Aplicadas de modo descomunal, fuera de contexto y sobre todo, interpuestas en el espacio por el cual circula el espectador, estas obras funcionan más como instalaciones que como esculturas, inciden en nuestro espacio de tránsito, lo diseccionan y provocan el miedo y la aprehensión por una amenaza física que percibimos como muy real, lo cual anula la imparcialidad contemplativa a la que normalmente invita la visión de la escultura. Lo absurdo de conferir materialidad a un humilde artefacto de cocina como el rallador de vegetales de Grater Divide lo convierte en un objeto de doble filo y nos recuerda que, desgraciadamente, es lo que algunos consideran el espacio de lo femenino: el hogar, el escenario de la mayoría de los casos de violencia contra mujeres. JP

Instalación permanente. Museo DA2.
MARINA NÚÑEZ

Nace en Palencia en 1966 vive y trabaja entre Madrid y Pontevedra, donde es profesora titular de la facultad de Bellas Artes.En palabras de la propia artista los principales argumentos de sus obras abordan personas no canónicas consideradas aberrantes. El compromiso ideológico, político y moral siempre ha estado presente en su producción a través de un lenguaje plásticamente muy potente. Sus intereses se circunscriben a temas de género, desde la representación del cuerpo femenino hasta la mutación y desaparición del mismo.
A partir de 1992 empezó a introducirse en los terrenos simbólicos e imaginarios de la exclusión animada por sus lecturas de ciencia ficción, el cine y la televisión.
Mezcla la práctica tradicional del dibujo y la pintura con la producción electrónica y digital, así como soportes variados (raso, loneta, lienzo, lona) y nuevos materiales. Marina rescata imágenes y procedimientos típicos de la cultura de masas pero replanteándolos en situaciones insólitas, subversivas.

Su serie titulada Ciencia Ficción está protagonizada por personajes en actitud serena ubicados en contextos de referencias difusas, con pureza de líneas, con una belleza nunca convulsa o desgarrada, en espacios no referenciales, ente la luz y la sombra y paisajes después de la destrucción de aire hostil, onírico y surrealista. A través de estas obras la artista pretende construir una nueva forma de entender nuestra identidad oscilando entre la tecnofilia y la tecnofobia.

La presencia femenina ocupa un espacio central para combatir el asilamiento que tradicionalmente ha sufrido en la historia. Estas figuras proponen un mundo alternativo, mas allá de las representaciones repetitivas, alienantes, banales que configuran el universo de la imagen indistinta de la sociedad de masas.